¿Cómo saber si necesito un psicólogo?

Son tantas las situaciones en las que nos sentimos mal y no sabemos muy bien por qué. Simplemente sentimos que todo nos supera, que hagamos lo que hagamos no encontramos la felicidad o el equilibrio en nosotros mismos. En definitiva: que no somos nosotros mismos con libertad. La ayuda de un profesional es lo que necesitamos en momentos así. Si a menudo te preguntas cómo saber si necesito un psicólogo hoy voy a intentar responderte.

No significa que siempre que nos sintamos tristes o sin fuerzas necesitemos ir a un psicólogo. Pero tampoco no ir nunca. En gran parte de la sociedad sigue existiendo un tabú a hablar de psicólogos. Lo consideramos algo sólo para los “locos”, y lo cierto es que no es así. De hecho, ni siquiera el concepto de loco existe como tal en la terminología médica.

Pero si la situación de inestabilidad por unas u otras cuestiones se prolonga en el tiempo. Si el estrés es algo crónico y la sensación de insatisfacción es algo permanente en ti quizás si sea el momento de ir al psicólogo. Sobre todo, si identificas la causa de esa situación, pero no sabes cómo afrontarla ni solucionarla por ti mismo.

Aquí te dejo una sencilla encuesta personal que te ayudará a identificar claramente esas situaciones en las que la ayuda de un psicólogo profesional puede ser la solución a tu problema.

Necesitas un psicólogo si:

• No puedes con los problemas. Si sientes que los problemas te superan en exceso. Si cuando aparece un problemilla, aunque sea pequeño sientes que el mundo se te echa encima y no te ves con fuerzas para intentar solucionarlo.
• Algo te preocupa de manera permanente. Si hay una situación o un tema que te preocupa constantemente. No puedes dejar de pensar en él y te angustia sólo pensarlo. Puede ser una situación de pareja, un problema en el trabajo o con un ser querido.
• Sensación de cansancio permanente. Te levantas después de haber dormido y ya tienes sensación de estar cansado y de no querer ni moverte de la cama. No hablo de un día puntual sino de una situación que se da constantemente y no parece que vaya a desaparecer ni tiene una causa física identificable.
• La angustia crónica. Si sientes angustia y ansiedad constantemente. Por un hecho concreto o no.
• Vives una situación dolorosa. Una ruptura de pareja o la pérdida de un ser querido nos provocará dolor y es necesaria una fase de duelo. Pero en ocasiones esa situación se prolonga en exceso y no tenemos las herramientas necesarias para superarlo satisfactoriamente sin secuelas.
• Sufres de insomnio. Un insomnio crónico y permanente sin una causa aparente suele ser el reflejo de una situación interna que necesita ser tratada y solucionada.
• No encuentras la felicidad. Tienes la sensación de que nada de hace feliz. Nada te provoca satisfacción y plenitud ni te sientes libre y a gusto contigo mismo y con lo que haces.
• Si no te valoras a ti mismo. El derrotismo permanente o una visión negativa de ti mismo. Si te ves incapaz de conseguir tus propósitos o piensas que eres peor que los demás en cualquier cosa.